En el video que abre el post, el simio de Adrián Simioni – valga la redundancia – editor de la Voz del Interior, “explica” la gran distorsión en el modo en que se reparten los recursos en el país.
Éste viene siendo uno de los caballitos de batalla del diario mediterráneo a la hora de fustigar al gobierno nacional; de hecho ese mismo video, casi calcado, fue nota en la edición del 11 de marzo de este año bajo el sugerente título de “Quiero mi subsidio”.
Bien. Lo que realmente llama la atención es el nivel de falacia en el argumento de Simioni que no resiste ni el más mínimo análisis. Aquí marcaremos sólo dos puntos que invalidan cualquier pretensión de seriedad:
Mete en la misma bolsa a los distritos más importantes del país -capital y conurbano bonaerense- como si fueran uno sólo, para compararlos con la ciudad de Córdoba.
Analiza y compara los subsidios al transporte en ambas regiones, sin percatarse de que en Córdoba no existe el servicio de subtes ni de trenes de pasajeros. Contabiliza las inversiones (que él llama subsidios) a AySA, la empresa estatal de agua y cloacas, “desconociendo” que en Córdoba el servicio está en manos del grupo Roggio (Aguas Cordobesas).
A partir de este cocoliche, Simio (para los amigos) concluye que los cordobeses deberíamos recibir $1,22 cada vez que nos trepamos a un bondi.
Como en el fondo el hombre nos cae bien, le proponemos otros ejemplos de esta desigual forma de repartir subsidios a troche y moche.
Por ejemplo: con la plata que se (mal)gasta en los negritos esos del conurbano tan favorecidos por De Vido, los pobladores de Río IV podrían recibir un plasma 42 pulgadas cada vez que compran un ejemplar de La Voz. O los habitantes de Cruz del Eje un Peugeot 206, eso sí, base, tampoco es cosa de andar tirando la guita.
Simioni, de corazón, si tanto te preocupa nuestra provincia, por qué no analizás el escandaloso contrato de Aguas Cordobesas firmado por De la Sota, o la miserable actitud del actual gobernador de trasladar el Fondo Solidario Federal, vía descuentos del inmobiliario rural, a los bolsillos de los agrogarcas, al mismo tiempo que condena al norte cordobés a la más indigna miseria, sin agua, sin cloacas, sin tierras, sin electricidad, sin nada.
P/d: Gracias Cosas por el video.
