Che Cleto, no hablés que la cagás.



Julio Cleto Cobos anduvo de visita por Córdoba. Después de rosquear un rato en la Casa Radical y juntarse con el gobernador de la provincia, se fue al bautismo de fuego por el que debe pasar cualquier político “serio” que pise estas tierras. No, no fue al embudo del dique San Roque, encaró derechito a buscar la bendición de la Fundación Mediterránea, el Think tank neoliberal más influyente del interior del país, que fuera creada por Domingo Cavallo y que es presidida actualmente por el empresario Sergio Roggio. Estaban todos, Mestre, Aguad, Juez, Giacomino, empresarios y periodistas tratando de conseguir la tapa con el textual del precandidato.

La excusa era una exposición sobre “Políticas de Estado” que daría el propio Cleto.

Cuando le pregunté como estuvo, a un amigo que fue a cubrir el evento, la respuesta fue tajante: “No sabes lo que fue, de locos, durante 45 minutos el tipo largó una sartenada de frases comunes sin sentido que los tipos se miraban y no lo podían creer, me dio la impresión de que los que estaban ahí confirmaron in situ que su candidato es un idiota, en la sala de prensa el comentario central era ese. ¡Van a tener que laburar mucho para que llegue a 2011 un salame de semejante calibre!”.

A la mierda, ¿que dirá La Voz del Interior mañana? Le pregunto.

- No se, porque al fin de cuentas también es su candidato – me dice.

Hoy a la mañana me fui derecho al digital de la voz para leer la cobertura, algunos párrafos:

El presidente de la Fundación Mediterránea, Sergio Roggio, había presentado al responsable del ya famoso "voto no positivo", como "el único dirigente político que tiene una imagen positiva del 80 por ciento". Y el auditorio había dejado por un rato el lomo envuelto en hojaldre, recién servido, para acomodarse y escuchar a un seguro presidenciable.

Pero el contenido y la forma del discurso del ex gobernador mendocino se convirtieron, cuando promediaba la alocución, en el mejor aliado del chef. Casi todos volvieron al lomo envuelto en hojaldre y al flancito de naranja.

Cobos dedicó los 45 minutos de su disertación sobre "políticas de Estado" a remarcar las "necesidades urgentes" del país: invertir en educación, respetar la institucionalidad y recuperar el diálogo y el consenso, entre otras. Pero, ante personas que se pasan el día resolviendo cosas, Cobos se olvidó de decir "cómo" pensaba solucionar los graves problemas que tiene el país.

La nota termina con una sentencia memorable, que a su vez, es un aviso al propio Cobos por parte de la sucursal local del Grupo Clarín:

Cobos eligió a Séneca para la única cita ajena de su alocución: "No hay vientos favorables si uno no sabe adónde va". La sensación que dejó en el auditorio es que se la decía a sí mismo.

Duríiiiiiisimo!!!!!!

2 comentarios:

tux dijo...

Realmente lo de La Voz es muy llamativo, porque además se trata de la voz de la fundación Mediterranea (sobre todo si la crónica es de Laura González que está en la nómina de dicha institución)

Marcelozonasur dijo...

Lamentablemente el tipo esta bien asesorado, para llegar en ESTE PAÍS no hace falta que digas el como solucionarás las cosas. Con usar las frases que "la gente quiere escuchar" tenés asegurado un lugar en el olimpo del establishmente y los medios, después arreglan lo que pretenden una vez en el ejecutivo y listo.
Me*** durante las internas y la campaña a presidente lo único que hizo fue aprenderse de memoria 10 frases que repetía constantemente, por ahí le aplicaba alguna variante, pero no pasaba de ahí. Con solo escuchar los discursos que daba... era humo mas humo... pero eso "vendía". Contenido 0.

Adonde iremos a parar...

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